Yoga Sutras: RAJAMARTANANDA de Bhoja - parte 1

arte de Manivelu


SAMADHI PADA

A continuación se expone la enseñanza para provocar el estado de yoga (I.1)

Con este sūtra se indica no solo el tema sino el fin de esta obra, así como la relación que existe entre ambos. La palabra “ahora” alude a la iniciación de un nuevo tema, y es también auspiciosa. Yoga es unión, meditación (samādhāna). Deriva de la raíz “yuj-”, en el sentido de énstasis (yuja samādhau). Enseñanza es aquello por medio de lo cual se enseña o describe las características, la naturaleza propia, las diferencias, las causas y los efectos de algo. Enseñanza del yoga quiere decir enseñanza acerca del yoga. Es en este sentido que debe considerarse el tema de esta obra, hasta el final. La materia que es objeto de exposición en este tratado es el yoga, junto con su práctica y sus frutos. El objeto de la obra es lograr su realización. El fruto de la realización del yoga es el  estado de soledad trascendental (kaivalya). La relación existente entre el objeto y la materia de este tratado se refiere a la conexión que existe entre aquello que se enseña y aquello por medio de lo cual se enseña, tanto respecto del contenido del tratado, como del tratado mismo. Y se refiere también a la relación que existe entre los medios para lograr el yoga y la realización del estado de soledad trascendental, que es el fruto del yoga, materia de esta exposición. Se ha dicho lo siguiente: por medio de este tratado se muestran los medios para la realización del yoga, materia de esta enseñanza; con la obtención del yoga se alcanza su fruto, el llamado  estado de soledad trascendental.

Yoga es el estado en que cesa la identificación con los procesos mentales (I.2)

Completa cesación (de identificación con los procesos mentales) es la disolución de los procesos o modificaciones en su propia base, mediante un proceso reversivo (pratilōma) de transformación (parināma), que tiene por efecto producir la eliminación de la exteriorización de los procesos de transformación de las modificaciones de la mente (vritti). Modificaciones de la mente son los mutuos procesos de transformación de las formas de la mente, es decir, de la forma de esos procesos de transformación en tanto que se considera a la mente como consistente en luminosidad y sin mancha. Esto, se dice, es el yoga. Esta completa cesación (de identificación con los procesos mentales) se da básicamente en todos los niveles de la mente, de todos los seres vivientes, por lo que a veces se hace evidente en alguno de estos niveles. Los niveles o estados de la mente son: el inestable, el confuso, el indeciso, el concentrado y el controlado. Estas son las diferentes condiciones en que se presenta la mente. Entre ellas, la inestable es producida por una predominancia de la cualidad (guna) activa (rajas) o inestabilidad. Impulsada por esta cualidad activa la mente se dirige hacia lo agradable y se aleja de lo desagradable. Esta condición es propia de los demonios (daitya) y de los titanes (dānava).La condición confusa de la mente proviene de una predominancia de la. cualidad oscura (tamas), por la cual se ve impulsada a acciones contraproductivas, como por ejemplo, a la cólera, sin poder distinguir entre lo que se debe y lo que no se debe hacer. Es propia de los demonios nocturnos (rakshaḥ) y de los espíritus malignos (piśāca). La condición indecisa proviene de una predominancia de la cualidad pura (sattva), y consiste en el apartamiento de las acciones que son causa de dolor, para buscar sólo las actividades que producen placer, como por ejemplo, los sonidos. Es propia de los dioses (deva). Se ha dicho que la mente adopta una forma activa por medio de la cualidad activa, que se complace en hacer daño a otros por medio de la cualidad oscura, y que deviene feliz por medio de la cualidad pura. Estas tres condiciones de la mente no son apropiadas para la obtención del énstasis (samādhi).Las dos condiciones siguientes, la concentrada y la controlada, producidas por una predominancia mayor de la cualidad pura que en las otras, son consideradas como apropiadas para la obtención del énstasis. La razón por la cual las cualidades de pureza, etc., han sido enunciadas en un orden mezclado, es la siguiente: aunque las dos cualidades de actividad y de oscuridad son extremadamente obstaculizantes, sin embargo, la cualidad activa ha sido descrita en primer lugar porque, en tanto no haya sido expuesta la actividad, no se puede hacer comprensible la inactividad. Tal es la razón de que la exposición de estas dos cualidades haya sido hecha en orden inverso. La razón por la cual la cualidad pura ha sido presentada al final, reside en el hecho de que mediante su predominancia, las otras dos condiciones de la mente resultan ser apropiadas para el yoga. De estos dos últimos estados, el concentrado y el controlado, el yoga es el proceso de transformación (parināma) de la mente bajo la forma de concentración en un solo punto. Se ha dicho que en el estado de concentración en un punto se produce la cesación de las modificaciones externas. En el estado controlado se produce la disolución de todas las modificaciones y de las impresiones latentes. En ambos estados de la mente es posible la realización del yoga.

Entonces, en el estado de yoga, se produce el establecimiento de “lo-que-observa” en sí mismo (I.3)

En este momento, deviene firme la permanencia de “lo-que-observa”, del sí-mismo esencial (purusha), en su propia forma, bajo el solo aspecto de inteligencia pura. El sentido es el siguiente: al surgir la lucidez del discernimiento, una vez que el intelecto (buddhi) se vuelve apto para alcanzar el estado de liberación (mukta), y al quedar eliminada toda consideración acerca de la actividad (del sí-mismo), y en ausencia de nuevos pensamientos que afecten la inteligencia, entonces se vuelve firme la permanencia del sí-mismo (ātman), por medio de su propia forma.

En cualquier otro caso, “lo-que-observa” se identifica con la actividad mental presente en ese instante (I.4)

De otra manera, es decir, en momentos distintos al del yoga, hay identificación, que es el tener la misma forma, con las modificaciones, cuyas características serán descritas más adelante. El sentido es el siguiente: tal como las modificaciones de la mente se presentan en relación a lo agradable, lo desagradable o lo confuso, así también se presenta el “sí-mismo-esencial” bajo la misma forma para aquellos que actúan en la vida ordinaria. Y así, es la mente la que aparece bajo la forma (rūpa) que es propia de la energía de la pura inteligencia (cit), transformada por la concentración en un solo punto, y aparece también en la forma transformada por el aspecto de los objetos a través de las modificaciones provenientes de los sentidos. Bajo este aspecto aparente aparece el “sí-mismo-esencial”, tal como en las ondas del agua en movimiento se refleja la luna como si se estuviese moviendo.

Los procesos mentales son de cinco tipos y pueden estar conectados o no con las causas de aflicción (I.5)

Las modificaciones son ciertos procesos de transformación de la mente. Se ha utilizado el afijo “tayah” en consideración a que las modificaciones tienen por forma a sus componentes y que los componentes constituyen la totalidad de las formas de las modificaciones. Con lo cual se dice que las modificaciones son cinco. ¿De qué tipo? Negativas y positivas. Negativas son las afectadas por las imperfecciones naturales, cuyas características expondremos más adelante. Lo contrario son las positivas.

Los procesos mentales son conocimiento válido, conocimiento erróneo, construcción mental, sueño profundo sin ensueños y recuerdo (I.6)

Aquí se mencionan uno tras otro (los procesos mentales).

El conocimiento válido se adquiere por percepción directa, inferencia lógica y referencia a autoridades dignas de confianza (I.7)

El autor del tratado no ha proporcionado definiciones separadas porque la naturaleza de los medios de conocimiento correcto está suficientemente establecida, y porque se puede acceder a su definición por medio de la descripción de sus diferentes aspectos. No obstante, un medio de conocimiento correcto, es aquél que se caracteriza por producir un conocimiento incuestionable. La percepción directa es esa modificación de la mente en que, al entrar ésta en contacto con un objeto exterior por medio de los sentidos, se produce certidumbre respecto de alguna particularidad del objeto. La inferencia es la convicción proveniente de una relación ya aprehendida, mediante el reconocimiento de la identidad propia que se da entre lo demostrando y lo demostrante. El testimonio autorizado es una comunicación digna de fe.

El conocimiento erróneo es una comprensión defectuosa del objeto que no se corresponde con su apariencia (I.8)

El error es un conocimiento con respecto de un objeto, producido de tal manera que realmente no se corresponde con éste. Como la aprehensión de la plata en la madreperla. Basado en una forma que no se corresponde con su objeto, se refiere a una forma que no reside en la forma de ese objeto, en tanto que no hace resplandecer la forma que se corresponde en forma eminente a ese objeto. También la duda, que se basa en un objeto diferente, es un falso conocimiento. Como por ejemplo, el no poder determinar si algo visto es un hombre o el tronco de un árbol.

La construcción lógica procede de un conocimiento verbal sin correspondencia objetiva (I.9)

El conocimiento meramente verbal es un conocimiento originado por medio de palabras. Lo que se sigue de un conocimiento meramente verbal, es aquello cuya característica esencial consiste en que se deduce de algo que lo antecede. Se ha dicho que el pensamiento puramente conceptual es una aseveración que no guarda relación con el ser así de una cosa. Como, por ejemplo, el decir que la naturaleza del sí mismo es la conciencia (caitanya). Se hace aquí una aseveración, después de haber asumido la existencia de una distinción ausente, como si se tratase de un caso genitivo, igual que sucede en el conocimiento originado por la frase: “la manta de Devadatta”. En realidad, el sí mismo no es otra cosa que conciencia.

El sueño sin ensueños es un proceso mental que se fundamenta en la idea de ausencia de otros procesos mentales (I.10)

Esto es lo que se dice de aquella modificación de la mente, cuyo fundamento se encuentra en la idea de lo inexistente. Esto quiere decir que el sueño profundo (nidrā) es aquella modificación de la mente que se presenta acompañada por la desaparición de todo objeto de conocimiento, ocasionada por la oscuridad (tamas) que siempre la precede. Y su condición de ser una modificación de la mente se deduce de la consideración de que uno se recuerda diciendo: “he dormido bien", y este recuerdo sólo es posible si ha existido algún estado de conciencia.

El recuerdo es la “no-completa-desaparición” del objeto percibido (I.11)

La memoria consiste en no dejar escapar un objeto experimentado por un medio de conocimiento y afincado en el intelecto (buddhi) con una impresión latente (samskāra). De las cinco modificaciones, los medios de conocimiento válido, el conocimiento erróneo y el pensamiento puramente conceptual tienen lugar durante el estado de vigilia. Estos mismos, disolviéndose por la fuerza de su condición sutil, son el sueño con ensueños (svapna). Pero el sueño profundo tiene por objeto de conocimiento lo que no es cognoscible. Y la memoria tiene por motivación a los medios de conocimiento válido, el conocimiento erróneo, el pensamiento puramente conceptual y el sueño profundo.

Mediante la práctica de los métodos del yoga y el desapego, cesa la identificación con los procesos mentales (I.12)

Práctica y desapego serán explicados más adelante. Es a (la identificación con) las modificaciones de la mente, en tanto que se manifiestan, inician y restringen, a lo que se refiere la completa cesación por medio de estos dos métodos. Esto supone su colocación como forma potencial en la mente, que es su causa propia, mediante su interiorización, de manera que cesen de estar orientadas hacia el exterior. Por medio del desapego, que nace del reconocimiento de la perversidad de los objetos de conocimiento, resulta su rechazo. Y por medio de la práctica, a través de la enseñanza que trae consigo la quietud que produce felicidad, se obtiene firme estabilidad. Y así, por medio de ambos, se produce la completa cesación de (la identificación con) las modificaciones de la mente.

La práctica es el esfuerzo hacia la estabilización emocional e intelectual en el estado de yoga (I.13)

Estabilidad es aquella condición de la mente en la cual ésta, afincada en su propia forma, aparece sin (identificación con las) modificaciones. Se denomina práctica al esfuerzo o a la enérgica decisión de instalarlas repetidamente, una y otra vez en la mente (cetas), bajo tal condición.

Además, la práctica de los métodos del yoga se consolida solo cuando se lleva a cabo largo tiempo, sin interrupción y de forma correcta (I.14)

Queda firmemente establecida, se vuelve firme, al ser cultivada con extremada dedicación, ininterrumpidamente y durante mucho tiempo. El sentido es que debe tender hacia la firmeza.

El desapego consiste en ser consciente del control de estar libre de deseo hacia todas las cosas, sean o no perceptibles (I.15)

Los objetos de conocimiento son de dos tipos: los percibidos y los revelados. Percibido es lo que puede ser aprehendido aquí, en la tierra, como el sonido, etc. Lo revelado lo es en las regiones celestiales (devaloka), etc. Revelación es lo “escuchado de boca del maestro espiritual” gurú). Lo revelado es lo proveniente de los Vedas. Para quien carece del ansia de vivir, debido a que ha reconocido la falta de gusto con respecto de ambos tipos de objetos, el desapego consiste en haber adquirido dominio sobre ello, con la siguiente reflexión: “Son ellos los que deben estar sometidos a mí, y no yo a ellos”.

Superior al desapego anterior es la completa indiferencia con respecto a los elementos fundamentales de la naturaleza, como consecuencia de la contemplación del “sí-mismo-esencial” (I.16)

Su forma suprema (es decir, la del desapego) es excelente. El primer tipo de desapego se refiere a los objetos comunes y corrientes. El segundo tipo se refiere a los elementos fundamentales de la materia (gunas) y proviene de la lucidez acerca de la diferenciación entre el “sí-mismo-esencial” y los elementos fundamentales, lo cual conduce al énstasis de la completa cesación debido a que es extremadamente favorable.

El conocimiento trascendente en el estado de yoga se obtiene cuando la mente adopta la forma de asociaciones verbales y sutiles acerca del objeto de contemplación, y experimenta sensaciones de felicidad y de conciencia de existencia individual (I.17)

Para completar este sūtra hay que agregar la palabra énstasis (samādhi). Consciente es aquello por lo cual se conoce con exactitud la naturaleza propia de algo, haciendo desaparecer toda duda o error. El énstasis es un tipo especial de meditación (bhāvanā). La completa cesación de la totalidad de las modificaciones de la mente, con excepción de la meditativa, es el énstasis consciente, que viene a ser tanto como el énstasis con semilla. Y puesto que hay diferencias en lo que respecta a la especulación, etc., éste es de cuatro tipos: con asociaciones verbales, con asociaciones sutiles, con sensación de felicidad, y con sensación de individualidad. La meditación consiste en el mantenimiento sostenido en la mente de un objeto, con exclusión de todo otro objeto. Y los objetos propios para la meditación, son de dos clases: el Ser Supremo (īśvara) y los principios esenciales (tattva). Estos últimos, a su vez, son de dos clases: carentes de inteligencia y dotados de inteligencia. Los carentes de inteligencia son los veinticuatro (principios). El dotado de inteligencia es el “sí-mismo-esencial” (purusha). Cuando se realiza la meditación tomando como objetos de conocimiento a los elementos densos, y examinando la relación que existe entre lo que viene antes y lo que viene después, así como la relación entre la palabra y su significado, entonces tenemos el énstasis especulativo. Cuando esta meditación se realiza sin tener en cuenta esta relación entre antecedente y consecuente y entre la palabra y el significado, tenemos entonces el énstasis con asociaciones verbales. Cuando esta meditación se apoya en un objeto sutil, tal como los elementos sutiles (tanmātra) y el órgano interno (antahkaraṇa), diferenciándolo en relación al espacio, al tiempo y a sus cualidades propias, tenemos entonces el énstasis con asociaciones sutiles. Cuando esta meditación es realizada sin estar en relación con las características del espacio, el tiempo y las cualidades propias, y es referida sólo al sujeto que posee estas características, es llamada entonces énstasis sin asociaciones. De esta manera hemos descrito el énstasis llamado fusión mental (samāpatti). Pero cuando se medita sobre la cualidad pura (sattva) del órgano interno, teñida por un rastro de la cualidad activa y de la cualidad oscura, entonces, de la energía del intelecto surgida de esta cualidad pura, que está constituida por el resplandor de la felicidad (sukha), surge el énstasis acompañado de sensación de felicidad (ānanda). Los de comprensión limitada, que no pueden ver en este énstasis al otro principio, a la forma del “sí-mismo-esencial” en la naturaleza primordial, son denominados con la palabra incorpóreos, a causa de que su “yo-idad” (ahamkāra) carece de cuerpo. Esta es la contemplación referida a la aprehensión.

Finalmente, la meditación que se realiza tomando como punto de apoyo a la cualidad pura (sattva), sin que esté mezclada con las cualidades de actividad y oscuridad, es llamada énstasis acompañado de sensación de individualidad, porque en ella queda sólo la esencia (sattā), al disminuir la capacidad de la mente para percibir la presencia de la cualidad pura. Y no es que no se pueda percibir la diferencia entre “yo-idad” (ahamkāra) y sensación de individualidad (asmitā). La “yo-idad” se da cuando el órgano interno (antahkaraṇa) aprehende los objetos de conocimiento utilizando la idea del “yo”. La sensación de individualidad se da cuando resplandece el sólo hecho de existir (sattā), sumergida la mente (cetas) en la naturaleza primordial por efecto de un proceso de transformación involutiva, realizado mediante su capacidad de introspección.

Otro estado de yoga con conocimiento trascendente pero sin objeto, esta precedido del esfuerzo por estabilizarse en la idea de detención de las operaciones mentales de asociación verbal y sutil, así como de las sensaciones de felicidad y de conciencia de existencia individual, y conserva un residuo de impresiones latentes (I.18)

Detención significa aquello por lo cual algo es detenido. Es el abandono de especulaciones, etc. La idea de relación (pratyaya), junto con la idea de detención (virāma), forman la expresión “relacionado con su detención”. Práctica significa su reiterada colocación en la mente. El rechazo, aquí, de toda modificación de la mente que surja, pensando ininterrumpidamente “no”, “no” (neti neti), tiene por consecuencia el énstasis cuyas características son diferentes del énstasis precedente, el consciente, que tiene por residuo a las impresiones latentes. Esto es lo que se quiere decir con énstasis no consciente. Nada hay aquí por conocer conscientemente, y es llamado “no consciente” o énstasis sin semilla. Ahora bien, hay cuatro tipos de procesos de transformación (parināma) de la mente: vida ordinaria, comienzo del énstasis, concentración en un solo punto y completa cesación. La actividad de la vida ordinaria se relaciona con los estados de la mente inestable y confusa. El estado indeciso de la mente corresponde al comienzo del énstasis, debido a la predominancia de la cualidad de pureza (sattva). Los estados finales son los de concentración en un punto y el completamente controlado. Las impresiones latentes constituyen procesos de transformación en sentido contrario. Y así, las impresiones latentes originadas en el estado de la vida ordinaria son destruidas por las impresiones latentes nacidas del comienzo del énstasis. Y éstas, por las nacidas del estado de concentración en un punto. Y las impresiones latentes nacidas del estado de concentración en un punto son destruidas por las originadas por la completa cesación, así como ellas mismas. Tal como el plomo fundido junto con el oro se destruye tanto a sí mismo como a las impurezas del oro, así también destruyen las impresiones latentes originadas en el estado de completa cesación a las provenientes del estado de concentración en un punto, y a sí mismas.

Este estado de yoga sin objeto que trasciende el conocimiento, es natural en los yoguis que no poseen cuerpo físico o están fusionados con la naturaleza, y el residuo de impresiones latentes que genera les predispone para volver a la vida (I.19)

Los que trascienden su cuerpo físico y los que se funden con la naturaleza han sido descritos en el sūtra relativo a los estados de la mente, el especulativo, etc. Su énstasis está relacionado con el devenir, con el ciclo de nacimiento y de muertes (samsāra). La expresión “relacionado con el devenir” está formada por la palabra “devenir” (bhava) y la palabra “relacionado con” (pratyaya), que aquí significa “causa” (kāraṇa). El sentido es el siguiente: simplemente con aparecer en el mundo (samsāra) se vuelven copartícipes de un tipo similar de énstasis. Esto es para ellos una mera apariencia de yoga, pues carecen de la capacidad de contemplar la realidad (tattva) última. Por eso, con el deseo de la liberación, ha de efectuarse un gran esfuerzo en la comprensión de la realidad última y en su meditación (bhāvanā). Pero, respecto de los otros…


- Fuente: Traducción de José A. Offroy Arranz

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