VIJÑANA BHAIRAVA TANTRA - parte 1

EL DISCERNIMIENTO INTUITIVO DE LA REALIDAD ÚLTIMA

Bhairava (La Consciencia) y Bhairavi (La Energía), amorosamente unidos en el mismo
conocimiento, salieron de lo indiferenciado para que su dialogo iluminara a los seres.

Bhairavi, la Shakti de Bhairava, dijo:
Oh Dios, tu que manifiestas el universo y gozas de esa manifestación, tu no eres otra cosa
que mi Ser. Yo he recibido la enseñanza del Trika, que es la quintaesencia de todas las
escrituras sagradas. Sin embargo, tengo todavía algunas dudas.

Oh Dios, desde el punto de vista de la realidad absoluta, ¿Cuál es la naturaleza esencial de
Bhairava? ¿Reside ella en la energía ligada a los fonemas? ¿En la realización de la
naturaleza esencial ligada a Bhairava? ¿En un mantra en particular? ¿En las tres Shakti? ¿En
la presencia del mantra que vive en cada palabra? ¿En el poder del mantra presente en
cada partícula del universo? ¿Reside esa naturaleza esencial en los chakras? ¿En el sonido
«HA»? ¿O bien es únicamente la Shakti?

¿Aquello que está compuesto, ha surgido de la energía inmanente y transcendente o ha
surgido solamente de la energía inmanente? Si aquello que está compuesto solo ha
surgido de la energía trascendente, la transcendencia misma no tendría más objeto. La
transcendencia no puede ser diferenciada en sonidos y en partículas ya que su naturaleza
indivisa no le permite encontrarse en lo múltiple.

¡Oh Señor, que tu gracia borre mis dudas!

¡Perfecto! ¡Perfecto!. Tus preguntas, oh bien amada, forman la quintaesencia de los
Tantra. Yo voy a exponerte un saber secreto. Todo lo que es percibido como una forma
compuesta en el campo de la Consciencia, debe de ser considerado como una
fantasmagoría, una ilusión mágica, una ciudad fantasma suspendida en el cielo. Tal
descripción solo tiene como objeto el empujar a las personas que están sometidas a la
ilusión y a las actividades mundanas, a volverse hacia la contemplación. Tales enseñanzas
están destinadas a aquellos que están interesados en los ritos y las prácticas exteriores y
están sometidos al pensamiento dual.

Desde el punto de vista de lo absoluto, Bhairava (La Consciencia) no está asociada ni a las
letras, ni a los fonemas, ni a las tres Shakti, ni al estímulo de los Chakras, ni a las demás
creencias, y la Shakti no es su esencia. Todos estos conceptos expuestos en las escrituras
están destinados a aquellos cuya mente es todavía muy inmadura para captar la realidad
suprema. Solo son caramelos destinados a incitar a los aspirantes a una vía de conducta
ética y a una practica espiritual, con el fin de que un día puedan darse cuenta de que la
naturaleza ultima de la Consciencia (Bhairava) no está separada de su propio Si-mismo.

El éxtasis místico no está sometido al pensamiento dual, está totalmente liberado de las
nociones de lugar, de espacio y de tiempo. Esta verdad no puede ser tocada más que por
la experiencia. Solo se puede llegar a ella cuando uno se libera totalmente de la dualidad,
del ego, y se establece firmemente en la plenitud de la consciencia del Si. Este estado de
Bhairava esta lleno de la pura felicidad de la no-diferenciación del practicante y del
universo, él solo es la Shakti. En la realidad de su propia naturaleza así reconocida y
conteniendo el universo entero, se toca la más alta esfera. ¿Quién entonces podría ser
adorado? ¿Quién entonces podría ser colmado por esa adoración? Solo esa condición de
Bhairava reconocida como suprema es la Gran Diosa.

Como no hay ya diferencia entre la Shakti y el que la posee, ni entre la substancia y el
objeto, la Shakti es idéntica al Si-mismo. La energía de las llamas no es algo diferente del
fuego. Toda distinción no es más que un preludio a la vía del verdadero conocimiento.

Aquel que accede a la Shakti capta la no-distinción entre Shiva (La Consciencia) y Shakti
(La Energía) y pasa la puerta de acceso a lo divino. Tal y como se reconoce el espacio
iluminado por los rayos del sol, así se reconoce a Shiva gracias a la energía de Shakti que
es la esencia del Si-mismo.

La diosa dijo:
Oh dios de dioses, tu que llevas el emblema del tridente y la guirnalda de cráneos, dime:
¿por que medios se puede discernir el estado bhairaviano de plenitud, ese estado
inexpresable, fuera del espacio y del tiempo?
¿En qué sentido se afirma que la suprema Diosa es la apertura que permite acceder a él?
¿Puedes responder con el lenguaje convencional a estas cuestiones absolutas?
Oh Bhairava, enséñame afín de que mi conocimiento llegue a ser total.

Bhairava respondió:



PLENITUD INTERIOR Y ABSORCIÓN EN LA ENERGÍA DEL ALIENTO.

A. EL ALIENTO

1. Expiración, hacia arriba; inspiración, hacia abajo: sobre la suprema Energía compuesta
de estos dos polos, se debe ejercer un empuje ascendente. Estando mantenido en su lugar
de origen cada aliento, la plenitud se establece entre dos respiraciones.

2. Espacio vacío interior (Bhairava, pausa a pulmones llenos, Plenitud, la Consciencia),
espacio vacío exterior (Bhairavi, pausa a pulmones vacíos, Vacío, la Energía): sobre esta
pareja que forman los dos alientos, hay que ejercitarse sin interrupción. De esta manera,
oh Bhairavi, la maravillosa belleza de la Consciencia y de la Energía se desvela (en la unión
–yoga- que integra los contrarios).

3. Si la energía, en forma de aliento, no puede ni entrar ni salir; libre entonces de toda
dualidad, ella se expande en medio. Por mediación suya, se accede a la Esencia
Bhairaviana.

4. Que uno se entregue a la pausa del aliento tras la expiración o bien tras la inspiración.
Al final de esta practica, la energía se dice que esta «sosegada» (quietud sicosomática) y,
gracias a ella, un estado de Ser sosegado se revela (la serenidad del Ser).

B. LA KUNDALINI. LOS CHAKRAS.

5. Considera la Shakti (La Energía) como una viva luminosidad, cada vez más sutil, llevada
de centro en centro, de abajo hacia arriba, por la energía del aliento, a través del tallo de
la flor de loto. Cuando esa energía se sosiega en el centro superior, entonces ocurre el
despertar de la Consciencia.

6. Como un relámpago, de chakra en chakra, poco a poco, hela aquí que surge hasta la
cumbre de la cabeza: ¡y ahí ocurre el gran Despertar!.

7. Imagina las letras sánscritas en esos focos de consciencia, primero como letras, luego
más sutilmente como sonidos, a continuación como el sentimiento más sutil. Entonces
déjalas de lado y se libre. Aquel que se ha liberado gradualmente de las tres condiciones:
grosera, sutil y suprema, al fin se identifica con Shiva (La Consciencia).

8 Concentra la atención en el entrecejo, mantén tu mente libre de todo pensamiento
dualizante, deja que tu forma sea llenada con la energía del aliento hasta la cumbre de la
cabeza y, allí, báñate en la espacialidad luminosa.

ENTRADA EN EL VACIO INCOMPARABLE DE LA CONSCIENCIA.

A - MEDITACIONES LUMINOSAS.

9. Imagina los cinco círculos coloreados de una pluma de pavo real, como si fueran los
cinco sentidos diseminados en el espacio ilimitado y mantente en la espacialidad (en la
vacuidad) de tu propio corazón (de tu centro, del centro del ser).

10. Vacío, pared, receptáculo supremo (la pura Consciencia), cualquiera que sea el objeto
de contemplación, él es la matriz de la espacialidad (vacuidad) de tu propio espíritu.

11. La atención fijada en el interior del cráneo, los ojos cerrados, ve el espacio entero
como si fuera absorbido por tu propia cabeza, estabilizando el pensamiento, poco a poco
la espacialidad (la vacuidad) de tu espíritu, lo Altamente Reconocible, lo Absoluto, será
reconocido.

12. En el centro se yergue el canal central. Que se medite sobre él bajo la forma de esta
Diosa semejante al tallo del loto, idéntica a la bóveda celeste interiorizada en la cavidad y
la vacuidad del corazón: entonces el Dios resplandecerá.

13. Utilizando la mano, se deben bloquear las aberturas de los sentidos. En cuanto se
percuta el entrecejo, el punto luminoso que se haya percibido se desvanecerá poco a
poco: entonces, en esa desaparición, he aquí la suprema morada.

14. Esta llama sutil, nacida de la efervescencia (los fosfenos producidos al presionar los
ojos), semejante a la marca roja del iniciado (tilak), es necesario visualizarla en el corazón
y en la cumbre de la cabeza: finalmente al desaparecer esa efervescencia, uno se
absorberá en la Consciencia resplandeciente.

B - MEDITACIONES SONORAS.

15. Consigue el Brahman supremo aquél que se sumerge en el sonido absoluto,
puramente interno, situado en el receptáculo de la oreja; sonido ininterrumpido,
tumultuoso como un río.

16. Si se canta OM o cualquier otra fórmula sagrada con presencia y lentitud; que se
evoque el vacío que sigue al largo sonido final: por la potencia eminente de ese vacío, oh
Bhairavi, uno se abismará en la Vacuidad.

17. Es en el comienzo o en el final de cualquier sonido, donde hay que centrarse. Llegado
a ser vacío por virtud del vacío, el hombre tomará forma de vacío.

18. Si, indiferente a cualquier otra cosa, se siguen atentamente los prolongados sonidos
de instrumentos de cuerdas, o de otros instrumentos, al final de cada sonido (en el
silencio en el que se reabsorbe el sonido), el esplendor infinito del firmamento se
desplegará.

19. Visualiza una letra, déjate llenar por su luminosidad. La consciencia abierta, entra en la
sonoridad de la letra, después en una sensación cada vez más sutil, un sonido cada vez
menos audible. Cuando el sonido de la letra se disuelva en el espacio, ahonda en esta
armonía silenciosa; sé libre.

C - MEDITACIONES SOBRE EL CUERPO

20. Que se evoque el espacio vacío e ilimitado en su propio cuerpo y en todas las
direcciones a la vez: entonces, para un ser libre de dualidad mental, todo se vuelve
espacio vacío e ilimitado.

21. Que se evoque al mismo tiempo el vacío (la presencia etérea) por encima y el vacío (la
presencia etérea) por debajo. Perdiendo la energía sus ataduras con el cuerpo, el
pensamiento quedará vacío.

22. Se debe evocar simultáneamente y sin flaquear el vacío de la cumbre, el vacío de la
base y el vacío del corazón. En el desvanecimiento de todo pensamiento dualizador,
entonces aparecerá la Consciencia no dual.

23. Que se evoque, justo por un instante, lo ilimitadamente espacioso en un punto
cualquiera del cuerpo: ¡ahí está la Vacuidad misma! Libre de toda distinción mental, se
recobra la Esencia no dual.

24. Toda la substancia que forma el cuerpo, hay que evocarla intensamente como
impregnada de éter (sin límites, sin resistencias, homogéneo, omnipresente, consciente,
vacuo), y al fin, oh Diosa con ojos de gacela, esa evocación se volverá permanente.

25. Se debe meditar sobre el propio cuerpo como si no contuviera nada en el interior
(como una habitación vacía), no siendo la piel mas que una pared. Así se pasará más allá
de lo meditable.

ABSORCIÓN SOSEGADA EN LA INTIMIDAD DEL CORAZÓN.

26. ¡Oh bienaventurada! Los sentidos absorbidos en la paz incorruptible del corazón,
habiendo despejado todo objeto de su consciencia, él obtiene el más alto favor, el que
penetra hasta el centro (el chakra del corazón).

27. Que se disuelvan todos los procesos mentales en el centro superior de la cabeza, que
se consolide bien la intuición intelectual, que se impregne el cuerpo entero de consciencia:
entonces, sin duda, el signo característico de la Realidad se impondrá.

28. Fija tu espíritu en el centro superior de la cabeza en cualquier situación en la que te
encuentres, así la agitación desaparecerá y en algunos días conocerás lo indescriptible.

29. Concéntrate en el fuego que se extiende desde el pié. Así, por una concentración
intensa, se debe visualizar el propio cuerpo que, consumido por el fuego, se reduce a
cenizas (pero tu identidad no). Al final se encontrará la serenidad.

30. O también; cuando haya meditado en la imaginación sobre el universo entero como si
estuviera siendo consumido por las llamas, el hombre cuya mente permanece indiferente a
todo lo demás, llegará a la más alta condición humana.

31. Si se efectúa la meditación sobre los principios sutiles y sobre los principios muy
sutiles contenidos en su propio cuerpo, o bien sobre los del universo, como si se
reabsorbieran los unos en los otros; al final la suprema Diosa se revelará.

32. Aquel que medite sobre la energía del aliento, fluida, plena y a la vez lenta y muy
suave, en la cumbre del cerebro, y que, en el momento de dormirse, penetre en su propio
corazón, obtendrá por este medio el libre poder sobre sus sueños y sobre la muerte
misma.

33. Que se considere el universo entero como si se disolviese en formas cada vez más
sutiles (los mundos fluyen en principios, los principios en el Ser) hasta su fusión de pura
Consciencia.

34. Si se medita sobre la realidad Shivaita según el método de los seis caminos
(remontando de las formas a las esencias); y esto englobando ahí totalmente el universo
entero, entonces surgirá el gran Despertar.

35. Hay que concentrarse intensamente sobre todo este universo como si estuviera vacío.
Entonces, oh suprema Diosa, con el pensamiento disuelto, se llegará a ser maestro en esta
absorción.

36. Que se ponga la mirada limpia y sin pensamiento sobre un cántaro, una vasija, o
cualquier otro recipiente, pero sin prestar la menor atención a sus paredes. Si se consigue
absorberse en ese vacío, en ese instante preciso, uno se identificara con él.

37. Que se ponga una mirada global, sin pensamiento, en un lugar interminablemente
espacioso (un horizonte vacío), sin árboles, sin montañas, sin paredes ni obstáculos (un
desierto, un océano... ): entonces el pensamiento se reabsorberá y uno se volverá libre de
toda actividad fluctuante.

EL CENTRO Y EL DESPERTAR MÁS ALTO.

38. Al percibir dos objetos, se toma consciencia del intervalo que los separa; hay que
instalarse ahí sin tambalearse. Que a continuación se rechacen los dos objetos
simultáneamente: entonces, en esa grieta, la Realidad brilla.

39. Cuando la consciencia acaba de abandonar un objeto, se debe bloquearla sin dejar que
se oriente hacia otra cosa. Así, gracias a ese vacío intermedio, la Realización se expande
en toda su intensidad.

40. En verdad, que se contemple perfectamente, de manera simultánea en su totalidad,
bien sea el universo exterior, bien sea el propio cuerpo, como si estuvieran hechos de
Consciencia. Entonces, ya ninguna dualidad subsistiendo, surgirá el Despertar supremo.

41. El yogui debe de ejercitarse en fijar la atención en el vacío de esos puntos en los que
no hay ni entrada ni salida de aire, en el interior (al final de la inspiración) y en el exterior
(al final de la expiración). Así se convertirá finalmente en el recipiente del que surge el
Conocimiento de una armonía completa (el Conocedor).

BEATITUDES.

42. Hay que considerar, bien sea el universo entero, bien sea el cuerpo individual,
simultáneamente en su totalidad, como desbordante de su propia felicidad. Entonces,
degustando este néctar intimo, uno se identificará a la Beatitud Absoluta.

43. En presencia de un espectáculo de magia, oh Diosa con ojos de gacela, una gran
alegría surge súbitamente. Gracias a ella, la Realidad se desvela.

44. Cuando la potencia del aliento se eleva, todo el conjunto de las diversas actividades se
derrumba: poco a poco, en el momento en el que un hormigueo es sentido, la suprema
voluptuosidad se propaga.

45. En el intervalo entre el «fuego» (comienzo del acto sexual) y el «veneno» (final del acto
sexual), que se fije la Consciencia que no es otra cosa que gozo. Entonces la Consciencia
se aísla, se colma de aliento, y se une a la beatitud del amor.

46. Al final de la unión, en el instante en el que acaba la absorción en la intensa energía de
la mujer, es el Gozo de la Realidad de Brahman lo que se esta disfrutando: y es eso lo que
se llama precisamente «gozo intimo».

47. Incluso en ausencia de una pareja, el flujo de felicidad puede producirse si se
rememora intensamente la alegría y el gozo que nos han dado sus caricias, sus besos, sus
abrazos (haciendo el delicado y difícil recorrido de retorno desde el gozo sensorial al gozo
del Ser).

48. O también, al volver a ver a alguien de la familia después de una larga separación,
¡que inmensa alegría! Que se contemple esta felicidad que acaba de surgir, que uno se
absorba en ella, que el pensamiento se identifique con ella.

49. En esa expansión de alegría que procuran el alimento y la bebida, hay que entregarse
sin reserva a la plenitud experimentada (la plenitud en sí, separada del objeto): así se
accederá a una felicidad perfecta.

50. Si el yogui se funde en esa felicidad sin rival que suscitan los cantos y otros placeres
estéticos, su pensamiento muy tranquilizado, todo mezclado a ese disfrute, él se
identificara con la felicidad misma.

51. Ahí donde la psique encuentra su satisfacción (y queda aquietada), ahí mismo (en esa
quietud y en esa satisfacción) se debe quedar fijada sin dudas: porque es ahí donde la
esencia de la suprema beatitud se revela sin restricción.

52. Cuando el sueño no se ha impuesto todavía, y, sin embargo, el mundo exterior
desaparece, en ese estado, la incomparable Diosa aparece.

MUDRAS, GESTOS, POSTURAS Y DESVANECIMIENTO DEL SOPORTE.

53. Cuando bajo la luz del sol, de una lampara o de otra fuente luminosa, una porción de
espacio aparece salpicado de manchas, que se fije la mirada ahí: y la esencia intima del
Absoluto resplandecerá.

54. La posición del Cadáver, La Furiosa, la Bhairaviana, la Absorbedora, la Moviente en el
espacio: por estas cinco posiciones-actitudes, el universo será captado intuitivamente, la
suprema fusión en el Todo será revelada.

55. Que uno se instale en un asiento muy blando, solo reposando sobre las nalgas, sin
soporte para los pies ni las manos: así la Consciencia despierta surge y se expande en
plenitud.

56. Confortablemente instalado en un asiento, los brazos cruzados en el pecho y las
manos en las cavidades de las axilas. Se satura gradualmente la zona entre las axilas de
una gran paz. El pensamiento se concentra: así recogido, sobreviene el apaciguamiento.

57. Si se mira fijamente, sin parpadear, cualquier objeto físico como si fuese por primera
vez, privando al pensamiento de todo apoyo (de toda asociación mental), pronto se
alcanza el estado de Shiva.

58. La boca muy abierta, manteniendo la lengua en el centro, si se fija la consciencia en
ese centro recitando mentalmente el sonido HA, uno se disolverá en la paz.

59. Estando sentado o acostado, que se imagine intensamente el propio cuerpo como si
estuviera privado de soporte (ingrávido). El pensamiento se desvanece en ese mismo
instante; las predisposiciones, potencialidades, impregnaciones oscuras y las tendencias
subconscientes no tardarán de la misma manera en desvanecerse.

60. O bien; si uno se encuentra en un vehículo en movimiento muy rápido, o en
movimiento oscilante, o si no, moviendo el cuerpo con una lentitud extrema, entonces, oh
Diosa, gracias al apaciguamiento del pensamiento, se accede al Océano Divino.

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