CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL TANTRA por Dr. Alexander Berzin - parte 1

El significado del Tantra

La palabra tantra (rgyud) significa continuidad ininterrumpida. Hay tres niveles de tales continuidades o continuum:

La continuidad ininterrumpida base es el continuum mental individual (flujo mental) de cada uno de los seres limitados (seres sensibles), con todos los factores de su naturaleza búdica (khams de-bzhin snying-po) que posibilitan la iluminación.
El camino del continuum ininterrumpido es la continuidad de las prácticas mahayana con figuras búdicas (yi-dam, deidades tántricas), que pueden mantenerse sin final debido a que las figuras búdicas nunca se desgastan o envejecen, y nunca mueren.
El continuum ininterrumpido resultante es la continuidad interminable de los cuerpos iluminados de un buda.
La práctica del camino de un continuum purifica las manchas efímeras del continuum base de una persona de tal forma que lo transforma en un continuum resultante. Los textos que discuten estos temas también son tantras.

Las clases de tantra

Los tres linajes budistas tibetanos del nuevo periodo de traducción (sakya, kagyu y gelug) dividen el tantra en cuatro clases:

1. Kriya (práctica ritual con una figura búdica), que enfatiza prácticas rituales externas tales como abluciones, dietas y ayuno.
2. Charya (práctica conductual con una figura búdica) que enfatiza por igual el comportamiento externo y los métodos internos.
3. Yoga (práctica integrada con una figura búdica), que enfatiza métodos internos de yoga.
4. Anutarayoga (práctica incomparablemente integrada con una figura búdica), que enseña métodos especiales y más avanzados de práctica interna.

El linaje nyingma, del periodo antiguo de traducción, transmite seis clases de tantra, los mismos tres primeros y, correspondientes a estados progresivamente más avanzados de anutarayoga:
  • 4. Mahayoga (práctica grandiosamente integrada con una figura búdica), que enfatiza la visualización.
  • 5. Anuyoga (práctica subsecuente integrada con una figura búdica), que enfatiza el trabajo con los sistemas sutiles de energía.
  • 6. Atiyoga (práctica supremamente integrada con una figura búdica) o dzogchen (rdzogs-chen, la gran completud), que enfatiza los niveles más sutiles de actividad mental (mente).
Buddha Padmasambhava

Preliminares

Todas las clases de tantra requieren de alcanzar cierto nivel de competencia espiritual con prácticas preliminares (sngon-'gro, "ngondro") como preparación previa a emprender sus caminos. Estas incluyen lograr un nivel de estabilidad en los preliminares que son comunes con la práctica sutra del bodisatva, así como completar cierta cantidad de prácticas especiales que no se comparten con el sutra.

Preliminares comunes

Los preliminares en común con la práctica sutra del bodisatva suponen la consecución de los cuatro pensamientos que voltean la mente hacia el Darma (blo-ldog rnam-bzhi). Estos son la valoración de:

1. Un preciado renacimiento humano.
2. La muerte y la impermanencia.
3. La leyes de la causa y el efecto conductuales (sct. karma).
4. Las desventajas del renacimiento incontrolablemente recurrente (sct. samsara).

Todas las clases de tantra requieren también antecedentes estables en las otras prácticas sutra del bodisatva. De hecho, el tantra, es un método para combinar y practicar simultáneamente todas ellas. Las prácticas del sutra incluyen:
  • Dirección segura (refugio).
  • Determinación de ser libres (renuncia).
  • Autodisciplina ética.
  • Concentración.
  • Conciencia discriminativa (shes-rab, sct. prajna) de la vacuidad (sct. shunyata, vacío)
  • Amor y compasión.
  • Bodichita (un corazón dedicado a la iluminación y a ayudar a otros).
  • Las otras actitudes de largo alcance (sct. paramita, perfecciones) de generosidad, paciencia y perseverancia gozosa.
Preliminares no comunes

Para purificar las fuerzas negativas internas (sdig-pa, sct. papa, potenciales negativos) y acumular potenciales positivos (bsod-nams, sct. punya, potenciales positivos, mérito), la práctica del tantra también requiere de, al menos, cierta cantidad de preliminares especiales que no se comparten con la práctica del sutra. Generalmente implican cien mil repeticiones de:

1. Postraciones, aunadas a un verso para tomar dirección segura y reafirmar la bodichita.
2. El mantra de las cien sílabas de Vajrasatva (rDo-rje sems-pa), para purificación.
3. Ofrendas de mandala, que simbolizan el dar todo para la consecución de la iluminación en beneficio de otros.
4. Un verso o mantra de guru-yoga (bla-ma'i rnal-'byor, "lamay neljor"), para integrar nuestro cuerpo, palabra y mente con las de los maestros espirituales, quienes son budas para nosotros.

Los mantras (sngags) son palabras y sílabas en sánscrito que se repiten tal como la etimología del término sánscrito implica, para “proteger a la mente” de negatividades. Un mandala (dkyil-'khor) es un símbolo del universo. Cien mil o más repeticiones también pueden ser requeridas para varias otras prácticas preliminares no compartidas. Por ejemplo, en la tradición gelug, cuentan como dos preliminares separados a las postraciones y a los versos para tener dirección segura y bodichita, y normalmente añaden otras cuatro, haciendo nueve preliminares en total:

1. El mantra de Samayavajra (Dam-tshig rdo-rje), para purificar los vínculos cercanos (dam-tshig, sct. samaya) con nuestros maestros espirituales.
2. Ofrendas de semillas de ajonjolí a Bhuji Vajradaka (Za-byed rdo-rje mkha-'gro), en forma de una fogata para quemar fuerzas negativas de nuestro continuum mental.
3. Ofrendas de cuencos de agua.
4. Hacer tabletas de barro (tsa-tsa) para presentar como ofrendas con la impresión de una figura búdica o un maestro del linaje.

Todas las tradiciones tibetanas requieren los preliminares básicos del sutra, tales como adoptar una dirección segura y lo que la tradición gelug llama “las tres principales vías de la mente” (lam-gtso rnam-gsum): renuncia, bodichita y un entendimiento preciso de la vacuidad. Necesitamos ser capaces de generar estas vías de la mente al menos artificialmente (bcos-ma), lo que significa esforzarnos por tener un estado conceptual exacto de ellos basado en una línea de razonamiento válida. Una vía de la mente no necesita ser no conceptual para ser sincero ni para que lo sintamos en un nivel emocional.

Antes de recibir una iniciación, la tradición gelug recomienda, al menos, haber empezado la práctica de las cien mil repeticiones de cada uno de los preliminares especiales, con el entendido de que se continuará con dicha práctica después de la iniciación. Las tradiciones no gelug recomiendan completar al menos una serie de cien mil repeticiones de cada uno de los preliminares especiales antes de recibir una iniciación. Sin embargo, todas las tradiciones enfatizan la práctica continuada de los preliminares especiales como una parte de la práctica diaria en curso.

Tres tipos de ceremonia de iniciación

Una vez completada cierta cantidad de prácticas preliminares, el compromiso real con la práctica tántrica requiere una ceremonia de iniciación. Existen tres tipos:

1. Empoderamiento (dbang, "wang," iniciación).
2. Autorización subsiguiente (rjes-snang, "jenang," permiso).
3. Conjunto de mantras (sngags-btus).

Empoderamiento

La visualización de nosotros mismos como figuras búdicas requiere de recibir un empoderamiento de antemano. El empoderamiento nos permite tener éxito en nuestra práctica al:
  • Establecer un lazo estrecho con un maestro tántrico como fuente viva de inspiración (byin-rlabs, bendiciones).
  • Unirnos con la tradición viva, que se rastrea hasta el Buda.
  • Conferirnos votos que necesitamos para mantenernos puros, con el fin de dar forma apropiada a nuestro comportamiento y a nuestra práctica.
  • Purificar aún más varias fuerzas negativas internas
  • Activar los factores de nuestra naturaleza búdica. 
Incrementar dichos factores al dejar un legado (sa-bon, al plantar “semillas”) en nuestro continuum mental de la experiencia consciente de estados específicos de mente e incorporarlos durante el ritual (tales como la conciencia gozosa de la vacuidad en el anutarayoga gelug o de nuestra naturaleza búdica en las no gelug). 

En realidad no recibimos empoderamiento a menos que nosotros:
  • Tengamos respeto y confianza en el método tántrico, óptimamente al tener un buen entendimiento del mismo.
  • Tengamos completa confianza, basada en evidencia incuestionable, de que nuestros maestros tántricos tienen la habilidad de dirigirnos en forma correcta por el camino tántrico.
  • Nos sintamos enormemente inspirados por nuestros maestros tántricos.
  • Tomemos y prometamos mantener puros los votos que nos son conferidos.
  • Participemos activamente en el proceso de visualización, lo mejor que podamos.
  • Obtengamos experiencias conscientes de los estados mentales o entendimientos profundos específicos descritos por nuestros maestros tántricos durante la ceremonia, en cualquiera que sea el nivel en el que podamos hacerlo en ese momento.
Sadanas, pujas y tsog

Una vez recibido el empoderamiento, podemos entonces practicar una sadana (sgrub-thabs). La palabra sadana significa un método de actualización, que se refiere a la actualización de nosotros mismos como figura búdica por la que hemos recibido el empoderamiento. Otros nombres para sadana son "autogeneración" (bdag-bskyed) y, en anutarayoga, "práctica previa para la realización" (mngon-rtogs).

Llevar a cabo una sadana implica la recitación (kha-'don) de un texto ritual de meditación que describe el proceso de auto visualización y una serie compleja de prácticas posteriores basadas en tal auto generación, tales como recitar mantras y hacer ofrendas. Llevar a cabo la serie completa de visualizaciones y meditaciones en la sadana semeja a realizar un trabajo físico extenuante en artes marciales o en un entrenamiento de ballet.

Ni la sadana ni el guru-yoga son lo mismo que una puya (mchod-pa). Una puya es un ritual de ofrecimiento durante el cual hacemos ofrendas a nuestros maestros tántricos visualizados como inseparables de las figuras búdicas. Si hemos recibido el empoderamiento, también nos visualizamos a nosotros mismos como figuras búdicas durante la puya; de no ser así, no lo hacemos. Si no hemos recibido el empoderamiento, sólo podremos asistir y observar el ritual, pero sin participar en él como miembro de la ronda ceremonial de ofrecer un abundante festín (tshog-'khor, ganacakra).

Durante una puya, ofrecemos tsog (tshogs), un abundante festín ritual, que usualmente incluye un torma (gtor-ma) (un cono esculpido de cebada tostada y mantequilla) como el alimento tsog real que es ofrecido al maestro tántrico. En anutarayoga, el festín también incluye alcohol especialmente consagrado y carne, que representan la transformación y uso de los agregados, elementos y energías sutiles en nuestro cuerpo por alcanzar la realización. Después de que el maestro tántrico y los otros participantes prueban las ofrendas, el alcohol y la carne, cada uno devuelve pequeñas porciones de las sobras, que el asistente del maestro reúne en un plato y ofrece afuera a los espíritus guardianes regionales. Al final de la ceremonia, los participantes comen o llevan a casa las sobras restantes de comida. Es una degeneración de la práctica que los participantes consuman el alcohol restante, como si el tsog fuera una excusa para emborracharse.

Autorización subsiguiente

Después de haber recibido el empoderamiento de una figura búdica específica, podemos también recibir una autorización subsiguiente para la figura:
  • Para fortalecer aún más los factores búdicos activados previamente.
  • Para “regar” las semillas plantadas previamente.
  • Para reafirmar nuestros votos.
La mayoría de las autorizaciones subsiguientes contienen al menos tres partes:
  • Elevación (byin-rlabs, bendición) del cuerpo.
  • Elevación de la palabra.
  • Elevación de la mente.
A menudo, podremos una autorización subsiguiente de un empoderamiento por los objetos rituales utilizados en la ceremonia. Los empoderamientos usualmente tienen la representación de un mandala (la residencia de una figura búdica), colocada dentro de una estructura similar a un castillo, construido sobre un estrado. Los participantes reciben vendas para los ojos de listón rojo para colocar en su frente durante ciertas partes de la ceremonia, lazos para atarse alrededor de los brazos y dos juncos de hierba kusha para colocar debajo de sus almohadas y colchones para examinar sus sueños la primera noche.

Las autorizaciones subsiguientes no utilizan ninguno de estos objetos. Especialmente en las tradiciones gelug, kagyu y nyingma, su marca distintiva es una torma sobre una mesa junto al maestro tántrico. Coronando la torma hay una pintura de la figura búdica encajada en un palo con una pequeña sombrilla sobre la pintura. Durante la ceremonia, el maestro tántrico toca la coronilla de las cabezas de sus discípulos con la torma, mientras se toca una campana ritual.

Si recibimos una autorización subsiguiente sin algún empoderamiento previo, sólo visualizaremos la figura búdica delante de nosotros o sobre la coronilla de nuestra cabeza. No nos visualizaremos a nosotros mismos como la figura. Sin embargo, si hemos recibido el empoderamiento para una figura búdica de una clase de tantra en particular -por ejemplo, Avalokiteshvara de los mil brazos (sPyan-ras gzigs Phyag-stong) para kriya o kalachakra (Dus-'khor) en anutarayoga- nos visualizaremos a nosotros mismos como cualquier otra figura de esa clase o de una clase menor, como Tara Blanca (sGrol-dkar), sólo con la autorización subsiguiente para esa otra figura. En este caso, no necesitamos un empoderamiento completo para Tara Blanca.

Conjunto de mantras

Después de recibir un empoderamiento para una figura búdica específica, también es posible recibir un conjunto de mantras para esa figura, hayamos o no recibido la autorización subsiguiente para ella. Para una ceremonia de conjunto de mantras, las vocales y las consonantes (a-li ka-li) del alfabeto sánscrito se escriben con un polvo de color en la superficie de un espejo de metal, usualmente con cada letra en un cuadrado separado en una cuadrícula. Durante el ritual, el maestro tántrico lee, una por una, el lugar en el que se localiza la vocal y la consonante en la cuadrícula por cada sílaba del mantra principal de la figura (por ejemplo, las coordenadas verticales y horizontales de los cuadrados que las contienen). Después de cada sílaba, un asistente toma un poco del polvo de color del espejo y lo usa para escribir la sílaba en la superficie de otro espejo de metal. Por medio de este ritual, obtenemos la firme convicción en la exactitud del mantra.

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