BHAGAVAD GITA de Vedavyasa - parte 4

CAPITULO 7.°
JÑANA VIJÑANA YOGA

KRISHNA:

1. Mas ahora escúchame, oh Arjuna, si me entregas tu corazón con un deseo ferviente de practicar el Conocimiento, podrás tener una visión total de Mí. Así me reconocerás: Yo soy tu Refugio Supremo.

2. Voy a revelarte el Conocimiento: Esa visión que, una vez conocida, ya nada más en este mundo te queda por conocer.

3. Entre millares de hombres quizás uno busca la perfección. Y entre millares de estos que buscan la perfección, quizás uno me conoce en verdad.

4. Ocho son las formas visibles de mi naturaleza: Tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, razón y conciencia del “yo”

5. Pero aún mucho más allá de mi naturaleza visible, está mi Espíritu invisible. Este Espíritu es el fundamento de la vida, y gracias a Él, este universo tiene existencia.

6. Todas las cosas capacitadas de vida obtienen su vida de esta vida. Yo soy el principio y el final de todas las cosas que existen.

7. En todo este inmenso universo no hay nada que sea superior a Mí. Soy el soporte de todos los mundos, del mismo modo que el hilo mantiene juntas todas las perlas del collar.

8. Soy el sabor de las Aguas Vivas, soy la Luz de la Luna y el Sol. Soy el Santo Nombre, la palabra sagrada de los Vedas. Soy el sonido del silencio; la fortaleza de los hombres.

9. Soy la fragancia pura que desprende la tierra. Soy el resplandor del fuego. Soy la vida de todas las criaturas vivas, y la austeridad en aquéllos que fortalecen sus almas.

10. Soy, y desde siempre he sido, la semilla de la vida eterna. Soy la inteligencia del inteligente. Soy lo bello de la belleza.

11. Soy la fuerza de los vigorosos, cuando esta fuerza está libre de la pasión y los deseos egoístas. Soy el deseo, siempre que éste es puro: Siempre que no va en contra de la armonía y el orden de la naturaleza.

12. Has de saber que de Mí proceden los tres Gunas, los tres estados del alma: Sattva, Rajas y Tamas. Pero no es que Yo esté en ellos, sino que ellos están en Mí.

13. El mundo entero, confundido por los diferentes estados que producen estas tres cualidades, ignora que Yo estoy por encima de ellos, y que soy y seré siempre imperecedero e inmutable.

14. En verdad difícil es no verse afectado por este divino poder mío de ilusión, creado por estas tres cualidades. Únicamente aquéllos que buscan refugio en Mí consiguen librarse de ese poder y superar el engañoso atractivo de la ilusión.

15. Los malvados y los insensatos no recurren a Mí, pues sus almas viven en la oscuridad de la ilusión. Su visión está nublada por el velo de la ilusoria apariencia, y engañados así, escogen el camino del mal.

16. Hay cuatro clases de hombres que actúan con justicia, y los cuatro en verdad me aman: El afligido, el que busca algo a lo que se entrega con sinceridad, el auténtico buscador del Conocimiento, y el hombre iluminado dotado de visión.

17. De estos cuatro, el hombre iluminado dotado de visión es superior a todos, pues vive en la unidad y siempre ama al Uno. Así pues, mi amor está siempre en aquellos que, dotados de visión, pueden verme. Y aquéllos que pueden verme en verdad me aman.

18. Esta cuatro clases de hombres en verdad son buenos, mas el hombre dotado de visión divina y Yo somos uno. Su alma entera está unida a Mí y Yo soy su Camino Supremo.

19. Después de muchas vidas, el hombre dotado de visión regresa a Mí, pues en su corazón él reconoce: “Dios es todo.” Oh Arjuna, un espíritu tan sublime es muy raro de encontrar.

20. Aquellos hombres cuya visión les ha sido velada por el deseo y la concupiscencia, entregan su amor a otros dioses y, guiados por su naturaleza inferior, se pierden por otros muchos caminos.

21. Cualquiera que sea la divinidad a la cual un devoto pretende rendir culto con verdadera fe, a ese hombre Yo le otorgo fe, una fe firme e inamovible.

22. Así pues, este hombre con toda su fe, adora a ese dios y de este modo ve realizado sus deseos. Pero cualquier bien que obtenga proviene de Mí.

23. Pero así y todo, eso sólo lo hacen los hombres de escasa inteligencia, y muy limitadas son las recompensas que obtienen por este medio. Quienes adoran a los dioses van a los dioses; mas quienes me adoran a Mí, vienen a Mí.

24. El ignorante piensa que Yo soy esta forma de naturaleza inferior que Yo adopto y que ellos pueden ver con sus ojos mortales. Ellos no conocen mi naturaleza superior. Ésta es imperecedera y suprema.

25. Mi gloria no la ven todos, pues estoy escondido detrás de mi misterioso velo. Engañados por mi apariencia, la gente no me reconoce. Yo soy el que no tuvo principio y nunca ha de tener fin.

26. ¡Oh Arjuna! Yo conozco todo el pasado, el presente y el futuro. Pero en verdad nadie me conoce a Mí.

27. Todos los seres nacen ya en la ilusión, engañados por la división dual que produce el sentimiento de deseo y repulsa frente a las cosas de este mundo.

28. Pero hay hombres que sólo hacen lo que es debido, y ya no cometen pecado alguno; ya están libres del engaño que produce la dualidad, y Me adoran con toda su alma.

29. Aquéllos que buscan refugio en Mí y se esfuerzan, en verdad se liberan del tiempo y la muerte: Reconocen a Brahman, como su Atman y saben qué es el Karma.

30. Aquéllos que concentran su mente en Mí, me conocen en la tierra y en el cielo como el Supremo Ser. Sus almas son puras y permanecen en armonía, e incluso cuando les llega la hora de su muerte, también Me ven.

 

CAPITULO 8.°
AKSHARA BRAHMA YOGA

ARJUNA:

1. Dime, oh Tú, Señor, ¿quién es Brahman?, ¿quién es Atman?, ¿qué es el karma?, ¿qué es el Espíritu Supremo?, ¿qué es el reino terrenal?, ¿qué es el reino de la Luz?

2. ¿Qué dios rige la vida del cuerpo, y cómo ésta toma lugar? Y dime, oh Tú, cuando llega el momento de la muerte, ¿cómo Te reconocen aquéllos que han vivido en consciencia de la Armonía?

KRISHNA:

3. Brahman es el Principio Indestructible, lo Supremo y lo Eterno. Atman es el Espíritu en el hombre. Karma es la fuerza de la creación a partir de la cual toma vida todo lo que existe.

4. La materia es el reino terrenal, que, llegada su hora, lo perdemos. Pero el Espíritu es el reino de la Luz, energía que da la vida a este cuerpo, y en este cuerpo se produce el más excelso de los sacrificios.

5. Y aquél que, llegada la hora de su muerte, abandona su cuerpo con su pensamiento puesto en Mí, en verdad viene a Mí y se hace uno en Mí.

6. Porque aquello en lo que uno piensa en el último momento de su vida, es con certeza hacia lo que el alma va, debido a la afinidad que tiene con esa determinada naturaleza.

7. Así pues, pon tu mente en Mí todo el tiempo: Recuérdame y lucha. Teniendo tu corazón y tu mente puestos en Mí, en verdad vendrás a Mí.

8. Sólo alcanza el Espíritu de la Luz aquél que, habiendo sido iniciado en el Conocimiento, concentra su mente en el Espíritu Supremo, con constancia, sin divagar.

9. Aquél que medita en el Creador: Gobernador Supremo de todo lo creado desde tiempo inmemorial, más pequeño que el más pequeñito de los átomos y, aun así, abarcando y manteniendo este inmenso universo entero; Aquél que brilla como un sol que destruye la oscuridad, y se encuentra mucho más allá del pensamiento humano.

10. Tal hombre que, llegando la hora de abandonar su cuerpo, está en unión con el Amor y el Poder que le da vida, con su mente en perfecta concentración, manteniendo su fuerza vital en medio de sus cejas, en verdad va al Espíritu Supremo: el Espíritu Supremo de la Luz.

11. Ahora escucha con atención, oh Arjuna, pues te hablaré de ese camino que los sabios versados en los Vedas llaman el Eterno. Y que sólo es alcanzado por aquellos que, en paz y libres de todas las pasiones terrenales, llevan una vida de santidad esforzándose en la búsqueda de la perfección.

12. Si cuando a un hombre le sobreviene la muerte, está sumergido en el silencio del Yoga y, recogiendo sus sentidos del mundo, concentra su mente en su corazón, dejando que el aliento vital ocupe su cabeza.

13. Y me recuerda manifestando la Santa Palabra: La Eterna Palabra de Brahman, con seguridad se dirige a la Morada Suprema.

14. Aquéllos que mediante el Yoga de la Devoción me entregan toda su alma para siempre, muy pronto llegan a Mí.

15. Y una vez que estas grandes almas llegan a Mí, la Morada del Gozo Supremo, ya nunca han de volver a este mundo humano de penas y sufrimientos.

16. Todos los mundos, incluso el mundo de Brahma, el Creador, están sujetos al cambio, pues son transitorios: Pues tienen un principio y un fin. Pero aquellos que llegan a Mí se liberan del continuo ciclo de nacimientos y muertes.

17. Aquéllos que saben que el día de Brahma, el dios de la creación, tiene una duración de mil eras, y que su noche dura otras mil, sólo éstos saben en verdad qué es el Día y la Noche.

18. Con la llegada del día, todo el universo visible surge de lo invisible; del mismo modo que cuando llega la noche, toda la creación entera desaparece disolviéndose en lo invisible.

19. Del mismo modo que las criaturas vivas, en número incontables, vuelven a la vida una y otra vez, inevitablemente todas desaparecen cuando llega su noche de oscuridad, para resurgir otra vez cuando llegue su nuevo día.

20. Pero más, más allá, por encima de esta creación visible e invisible, hay un Principio Inmanifiesto, Superior y Eterno. Éste permanece y permanecerá por los siglos de los siglos, incluso cuando todo haya desaparecido.

21. A esta esencia inmanifiesta se le llama “el Imperecedero”. Es lo más alto, el Fin Supremo. Ésta es Mi Suprema Morada, aquéllos que llegan a Ella nunca regresan.

22. ¡Oh, Arjuna! Este Espíritu Supremo es sólo alcanzable mediante el éxtasis de amor.
En Él todas las cosas tienen vida, pues Él ha creado todas las cosas.

23. Te hablaré ahora, oh Arjuna, acerca del tiempo durante el cual los yoguis que abandonan este mundo van a la Morada Eterna de la que no regresan. Y también te hablaré del tiempo durante el cual regresan aquéllos que aún han de volver a esta tierra.

24. Si abandonan este mundo durante la llama, la luz, el día, las luminosas semanas de la luna, durante los meses en que la luz solar es creciente, aquéllos que conocen a Brahman, van a Brahman.

25. Pero si ellos abandonan este mundo durante el humo, la noche, las semanas oscuras de la luna, durante los meses de luz solar decreciente, entran en la luz de la luna y regresan al mundo, sujetos al nacimiento y la muerte.

26. Éstos son los dos caminos que por siempre ahí estarán: el camino de la luz y el camino de la oscuridad. El primero conduce a un lugar del que no se regresa, mientras que el otro te obliga a regresar a esta existencia de tristeza y sufrimiento.

27. Para el Yogui que ya ha conocido estos dos senderos, la ilusión de este mundo deja de ser ya una trampa. Así pues, oh Arjuna, practica con constancia y regularidad este Yoga. Hay una recompensa que se obtiene de la lectura de los Vedas, o de la ofrenda de sacrificios, o de la vida austera, o de la caridad. Pero incomparablemente más alta, es la recompensa que obtiene el Yogui que, conociendo la Verdad, ve la Luz que disipa sus tinieblas: de este modo él regresa a su Hogar Eterno.

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